El por qué...
Érase una vez un weimaraner que entró en nuestras vidas.
Golfo es hijo de Gregory Peck y Neu, grandes campeones con una dilatada trayectoria. La excepcional genética de sus padres convierten a Golfo en un animal de gran belleza, dotado de las mejores aptitudes.
Aquí empieza la vida y milagros del Rey de la casa, de este pequeño cabezón y tozudo can que nos ha cautivado con su gigante demostración de afecto. Quién tiene un weimaraner sabe de lo que le hablo, se creen en muchas ocasiones humanos, o pretenden serlo, convirtiendo momentos muy concretos en situaciones muy anecdóticas, las explicaciones de esto las iremos contando...